Cada día es una oportunidad para APRENDER, está equivocado quien piensa que se las sabe todas y que no necesita APRENDER nada más. La mayoría de las personas exitosas afirman que parte de sus logros residen en su deseo de APRENDER, de CAPACITARSE y de ACTUALIZAR sus conocimientos. Para nadie es un secreto que quien posee el CONOCIMIENTO, posee una gran fortuna, la cual se multiplica cuando se comparte con otros, porque el que enseña, APRENDE dos veces.
En la medida en que se APRENDE, se adquieren habilidades, destrezas y aptitudes que logran maximizar las oportunidades y minimizar los errores. Quien se preocupa por APRENDER más sobre su profesión u oficio, se prepara para asumir cualquier reto, superar sus limitaciones y lograr sus metas.
El ser humano tiene la capacidad de APRENDER todo cuanto se propone, sólo se requiere disciplina, fuerza de voluntad, esfuerzo, entusiasmo e interés. El CONOCIMIENTO desplaza la ignorancia, mejora la calidad de vida y por ende, permite visualizar el mundo desde otra perspectiva. La dinámica del APRENDIZAJE, conlleva a una continua retroalimentación, que demanda paciencia y empeño y que es fundamental llevar a la PRÁCTICA, porque es la EXPERIENCIA la que perfecciona y moldea el APRENDIZAJE.
El CONOCIMIENTO constituye la base del edificio y la EXPERIENCIA es la edificación. De allí, que el CONOCIMIENTO y la EXPERIENCIA son los dos grandes baluartes del APRENDIZAJE.
Nunca se es demasiado joven o viejo para APRENDER. Abre tú mente al CONOCIMIENTO y él también te abrirá un universo de posibilidades inimaginables.
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